lunes, 3 de febrero de 2014

Vámonos al Circo



Pasó la camioneta por la calle pregonando un fabuloso precio para ir al circo: quince pesos. A mis lalilos (así le digo a mis hombres) les encanta el circo, a mí no tanto, pero por ellos compré tres boletos. “Quince pesos, una ganga.” Pensé.
Y un par de días después fuimos al circo “Solary Espectarulaaaarrrrr (8)”, que está en el lote de autos a un costado del Walmart Acueducto, para toda la banda de Cuauhtepec.

Mi experiencia fue agridulce. La verdad quería escribir algo como “¡Vayan todos al circo, está buenísimo!”, pero sinceramente no puedo. Hubo cosas muy buenas, otras no tanto. Comencemos por lo agradable:

Primero, creo que los precios son razonables. Por quince pesos puedes estar en las gradas de hasta arriba, pero como no tienen respaldo y están hasta atrás, decidí pagar veinte pesos extra por estar en luneta, por cada boleto. Ya entrando en el circo te dicen que si pagas otros veinte pesos por grupo puedes entrar a lugares preferenciales, por eso quedamos en segunda fila. Y costó como $45, que es más o menos como ir al cine en el Cinemex del Chedraui de al lado. Pero si quieren estar en primerísima fila, y tener la oportunidad de pasar al frente y tomarte fotos con los cirqueros, pagas una sor Juanita. Por otro lado, las botanas adentro están todas en $20, y los hot dogs a $10. Creo que es justo, comparado con los precios de las palomitas del cine (Afuera venden botanitas a cinco y no se ponen locos en la entrada). Los recuerditos, globos, varitas luminosas, fotos y otras mil chucherías, todas se cobran. Así que si vas con niños y no quieres gastar mucho en eso espera a que pasen vendiendo las varas luminosas de  $10, que venden a mitad de la función, cuando ya todas las cosas más caras que eso ya se han vendido.

http://i1.ytimg.com/vi/PTh6Q15PwIQ/hqdefault.jpgSegundo, los actos a cargo de los artistas cirquences están buenísimos. Desde la típica cuerda floja hasta… ¿Recuerdas las bolitas taka taka y esa adrenalina de quedarte sin dedos? Pues hay un acto estilo “taka taka extremo”, con un señor de acento argentino que hasta baila y toda la cosa… ¡Me encantó! O como un par de hombres fortachones que avergonzarían a cualquiera de los chavos que hacen barras en el parquecito de la colonia, amé ese acto también. Grité, aplaudí y volví a gritar.

La producción e infraestructura para los espectadores está muy bien cuidada también, las sillas sin problemas, las carpas en prefectas condiciones, y hasta los baños portátiles carecían de su aroma característico. Y… ¡Los vestuarios! Cada lentejuela, pluma y guante en perfecto estado, en el lugar y momento preciso.
Se supone que los niños de la calle, personas discapacitadas, adultos mayores y otros grupos vulnerables pueden entrar gratuitamente a las funciones. No vi a nadie entrando gratis, pero sépanlo para aprovechar la oportunidad, es muestra de responsabilidad social por parte de la empresa.

Por último, el personal estaba muy bien cuidado. Vamos, que están bien buenos… tanto mujeres como hombres. Señora: no se ponga celosa de las edecanes que reciben al público, ya habrá unos lindos y bellos ejemplares masculinos a disposición de sus ojitos y sin camisa. Es más: hasta hay un show donde bailan y toda la cosa. Así que cuando su señor esposo se embobe con alguna chica, usted no diga nada y exija la misma cortesía posteriormente. Suspirará con el Tarzán de pectorales firmes y gritará con el equilibrista de pompis bailarinas o los fortachones sin camisa.
Como ven, hubo muchas cosas por las cuales sonreír, y sólo tengo un par de quejas con el espectáculo:

Te dicen que dura dos horas pero pasas media hora sentado esperando a que el asunto comience y terminan 15 minutos antes… Osea que el espectáculo en realidad una hora con quince minutos.

Mi inquietud más grande fue con respecto a los actos con animales. Probablemente con los animales domesticados, como caballos o llamas no tengo tanto problema, en tanto les mantengan en buenas condiciones, pero para tener animales salvajes en peligro de extinción, como “¡¡La manada de tigras más grande de Méxicoooo!! (8)”, para eso no hay excusa. Un nudo en la garganta al ver criaturas tan lejos de su hogar, medio nómadas, medio domesticadas. Las marcas en la piel de la foca, tan simpática, tan inteligente y tan lejos del mar.

Busqué en internet y hallé noticias preocupantes, en páginas de medios reconocidos como LaJornada y ElUniversal. No es justificable el uso, maltrato y abuso de los animales para la simple diversión de los seres humanos y, a pesar de que me gustó el espectáculo, no volveré jamás a un circocon animales. Es algo que deseo también transmitir a mis hijos.

Así que, señores del circo Solary, en resúmen: Su espectáculo sería perfecto si prescindieran del uso de animales. Gracias.



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